Cortar la cebolla en aros finos. Cocinar a fuego bajo en un sartén con abundante aceite de oliva. Escurrir bien y apartar mientras se prepara el hígado.
Cortar los filetes de hígado en trozos irregulares del tamaño que nos convenga. Untar los filetes con el diente de ajo pelado y abierto a la mitad. Salar y rebozar en pan rallado.
Freír en aceite de oliva, escurrimos y colocamos en una cazuela. Colocar la cebolla cocida por encima y cocinar el conjunto durante tres minutos. Servir con con tus complementos favoritos.